En MKS sabemos la importancia de disminuir nuestra huella de carbono, por eso hace varios años hacemos nuestro reciclaje anual de componentes electrónicos. Aquí les contamos un poco más sobre esta acción.
Hace varios años que comenzó nuestro compromiso con el medio ambiente y las acciones por disminuir nuestra huella de carbono. En MKS reciclamos nuestras baterías, residuos electrónicos y eléctricos, además de plásticos.
Este trabajo, que se hace junto a la empresa Recycla (encargada de la recepción, pesaje, clasificación e inventario de todo los residuos) permite desarmar los equipos y separarlos según el tipo de material, estableciendo distinciones entre: plásticos, tarjetas electrónicas, metales ferrosos y no ferrosos, residuos peligrosos, entre otros.
Una vez separados los componentes y clasificados por tipo de material, estos son almacenados para su posterior utilización como materia prima en diversos procesos.
Por ejemplo, las tarjetas electrónicas son enviadas a una fundición certificada, para la recuperación de diversos metales y utilización posterior como materia prima. Los residuos peligrosos son enviados a su vez a centros de disposición final especialmente diseñados para este fin.
La contribución ambiental del último reciclaje que hicimos, ha significado la reducción de 159 Kg., los cuales fueron clasificados y derivados a diversas formas de reciclaje, evitando así su disposición en vertederos o rellenos sanitarios.
¿Sabías que?
Con el reciclaje, contribuimos en aumentar sucesivamente la vida útil de los materiales y con ello, disminuir el uso de energía necesaria para su extracción.
Al reciclar una tonelada de ACERO, se consiguen las siguientes reducciones, comparadas con la extracción de una tonelada de manera convencional:
• Consumo de energía: 74%
• Contaminación del Aire: 86%
• Consumo de Agua: 40%
• Contaminantes del Agua: 76%
• Residuos Mineros: 96%
Al reciclar una tonelada de ALUMINIO, se consiguen las siguientes reducciones, comparadas con la extracción de una tonelada de manera convencional:
• Consumo del Agua: 95%
• Consumo de Energía: 95%
• Contaminantes Atmosféricos: 95%
Es importante saber:
Plomo: Es neurotóxico y daña a los riñones y aparato reproductor, pudiendo también afectar al desarrollo mental infantil.
PVC: Su incineración produce dioxinas altamente tóxicas. Materiales ignífugos bromados Pueden causar afecciones tiroideas y perjudicar el desarrollo fetal.
Bario: En exposiciones elevadas produce alteraciones gastrointestinales, debilidad muscular, problemas respiratorios y disfunciones en la tensión sanguínea.
Cromo: Su inhalación (la forma hexavalente del cromo) puede dañar el hígado y los riñones, producir cáncer de pulmón y bronquitis asmática.
Mercurio: Produce daños cerebrales y hepáticos así como problemas en el desarrollo fetal, pudiendo pasar a través de la leche materna.
Berilio: El polvo de este elemento es cancerígeno afectando principalmente a los pulmones. Cadmio: Es cancerígeno en exposición prolongada, dañando riñones y huesos.
Dejar estos residuos en basureros o vertederos, genera un problema ambiental para todos y por lo tanto, reciclar es un trabajo en conjunto. ¡Vamos por más kilos!